Quien te lastima tiene una idea equivocada de lo que es el amor
Hay muchas formas de amor y no todas ofrecen auténtica felicidad.
- Hay quien ama porque teme quedarse solo.
- Otros se aman únicamente a sí mismos.
- Hay quien confunde el amor con dominación y posesión.
Los amores tóxicos abundan demasiado en el día a día y debemos tener cuidado porque, aunque no nos demos cuenta, también nosotros podemos hacer daño a nuestra pareja sin querer:
Hay personas que cuando se sienten molestas por algo que hace, dice o da a entender la pareja, en lugar de hablarlo con asertividad, ejecutan ese mismo acto a modo de “empatía dañina”.
Un ejemplo sería provocar que nuestra pareja sienta celos porque nosotros nos sentimos molestos por su cercanía con otra persona.
Cuando nuestro compañero o compañera hace algo que no vemos bien es necesario poner un límite y hablarlo en voz alta con seguridad, calma y apertura.
Si copiamos sus actos, lejos de solucionar el problema, lo agravamos. Con ello queremos decir que también nosotros somos capaces de lastimar directa o indirectamente.
No obstante, lo más complejo de estos casos es siempre saber detectar qué hay algo que no está bien.
La dificultad de no saber verlo o no saber reaccionar ante diversos tipos de maltrato se debe a que, en ocasiones, nos educan en la clásica idea de que para mantener una relación de pareja:
“hay que aguantar, hay que ceder y hay que tragar”. Esto no es cierto, y nunca debería ser así.
La comunicación y la reciprocidad son dos pilares esenciales en los que debe basarse toda relación saludable. Por ello, te invitamos a evitar todas esas situaciones en que se lleva a cabo el maltrato.
Quien te lastima de esta forma, sin lugar a dudas, no merece estar en tu vida.
Lo más importante es que te des cuenta de que estás con alguien que te lastima.
Quien te ama de verdad jamás sería capaz de confundir el respeto y el cariño sincero con la agresión, el desprecio o la humillación.
Debes tener claro que tu felicidad está lejos de esa persona que te hace daño.