Por tanto, la primera regla para que una relación dure parece sencilla: reparar cuanto antes aquello que molesta o incomoda. Pero no siempre es fácil detectar exactamente el origen del malestar o acertar en la forma de comunicarlo.

Las desavenencias surgen en todas las relaciones, aunque por sus diferencias en valores, aficiones o proyectos de vida, algunas las sufren más que otras. Sin embargo, y pese a que la mayoría de los problemas en pareja son recurrentes, nadie ha dado con la fórmula que ayude a terminar con ellos. De lo que sí tenemos certeza es de los comportamientos que, de ponerlos en práctica, acaban por arruinarla.

 

Es muy importante recordar y reflexionar que las mujeres u hombres, no podemos ser permisivos y poner reglas que no se pueden sobrepasar o romper pase lo que pase, el respeto es la base de toda relación.

Para que una relación funcione es fundamental la comunicación. Pero no se trata de hablar por hablar, sino de abordar los conflictos de la forma correcta. “El entendimiento permite dar solución a otros problemas. Si no puedes hablar de ello, si no empatizas con la postura de la otra parte, si no argumentas tu postura, si no te expresas con claridad y en lugar de hacerlo te coartas, no se podrán resolver otros conflictos. Y los conflictos que se dejan sin resolver, muchas veces se paralizan, pero rara vez se solucionan solos”.

 

Las buenas maneras pasan por respetar los tiempos y los silencios. Asimismo se deben evitar las etiquetas : “Es importante eliminar comentarios del tipo «contigo es imposible hablar, mira cómo te pones". La única respuesta a esa expresión es "pues ándate tú...». Y en ese momento es mejor dejar de hablar. Habrán conseguido que la comunicación sea un ir y venir de reproches”, y es el momento en el que estos conflictos o desavenencias se resolverán con el amor que a mi modo de ver es el motor del mundo.

 

La comunicación debe ser amable, cariñosa y educada y tratar siempre de bien interpretar las acciones del otro. “La mayoría de sus olvidos, despistes, no son adrede, ni mucho menos con el ánimo de fastidiar”.

Recuerda que cada persona tenemos nuestros puntos de vista, pero lidiar, aceptar y sobretodo tener mucha coherencia en el actuar de nosotros mismo permitirá resolver estos conflictos.